lunes, 27 de julio de 2009

Primer post

Hola a todos: voy a tratar de publicar algunos significados de palabras comunes que usamos y maltratamos por costumbre o por descuido y en la mayoría de las veces; como a mi me ha pasado primero; por ignorancia.
Puedo decir lo que soy; más para ser justos digo lo que no soy: no soy gramático, ni filósofo, tampoco erudito, y según mis amigos hablo mal y es por ello que me obligo a hacerlo bien; mi pluma tiene falencias pero lo intento. Al principio mucho de lo que escribí era de tipo románticon, poco contenido muchas palabras y por supuesto mal usadas, luego me dolían los ojos leer lo que había escrito, incluso me daba vergüenza. Han pasado muchos años y nuevamente escribo, esta vez en el mundo virtual.
Tal vez, pero solo tal vez; un poco mejor.
Sea lo que sea; lo importante de lo que iré postenado, será la sinceridad, y que nacerá desde mi persona, desde mi ser, lo más despojado posible de redobles innecesarios, tan solo algo de mi.
También caro lector encontrarás que comunmente no hay un hilo conductor en la redacción, ni tampoco un guión; si verás mis estados de ánimo.
Bien luego de esta larga introducción, comencemos; la palabra la usamos a diario casi sin meditar con tanta soltura como lo hacemos al caminar; pero ¿Qué es la palabra?.
Si ponemos esa pregunta en el google, encontraremos muchos tratados escritos, de diversa indole, y si son blog como este, comentarios de alabanzas, y disgustos. Yo soy tozudo, ninguna de las definiciones me convence.
¿Como definir esa herramienta que usamos para comunicar, pensar, razonar?
¿ qué es lo primero la palabra o lo que contiene? Diría yo que es lo que contiene, su significado, la base sobre la cual se sustenta.
Cuando describimos la realidad de las cosas tangibles, lo hacemos concordando en dar un significado a un serie de sonidos representados por símbolos que leemos todos de la misma forma, y decimos esta palabra representa esta cosa, hacemos una equivalencia, formamos engramas y ya esta archivado.
Parece simple, pero cuan dificil nos lo hacen los demás que usan las palabras para manipular, y manipularnos, como se les vacia de contenido a las palabras para que puedan significar lo que queramos, o mejor dicho nada, así un cerrajero es aquel que vende verduras a la vuelta de mi casa, y digo y sostengo que él tiene el derecho de ser el mejor cerrajero del mundo.
¿ De dónde nace tal liberalidad tan disparatada? Aquí existe una obviedad, y es que para ser cerrajero primero hay que trabajar con llaves, abrir puertas sin ellas, etc.
Sentido común diría alguien, y... Si. Pero las cosas no siempre son tan claras, inclusive con esta afirmación del cerrajero.
Todo lo que decimos y afirmamos lo sustentamos en algo, y desde alli elaboramos nuestro pensar, nuestro ser, si no le damos base, cualquier cosa puede ser, y reina entonces en nosotros el sin sentido, aquellas equivalencias de una cosa a una palabra que deberían ser inmutables, dejan de serlo.
¿ quién puede decirme que las palabras que salen de su boca están totalmente libre de subjetividad, de su sentir, de su ser, de la forma en que ve la realidad, de la forma en que piensa?
Así puedo manipular las palabras para obligarte a pensar lo mismo que yo. ¿qué hace unas palabras más fidedignas que otras cuando de ideas se trata?
En primer instancia, diría la verdad misma, pero comenzariamos dando largas discusiones sobre si existe una verdad, si la verdad es absoluta, etc y más etc.
Entonces no tengo más remedio que buscar coherencias en lo que digo, pienso y hago.
Doy sustento, base a mis pensamientos, y desde allí vivo, soy sincero conmigo mismo primero, si digo -esto no se debe hacer – Primero soy yo el que no lo hago, tengo mis razones pueden o no coincidir con las tuyas, pero coinciden con las mias, camino por ese sendero sin dar marcha atrás por que ahora el camino es duro o por que en algún punto no hay puentes, acepto lo bueno y lo aparentemente malo de lo elegido, camino, a veces atientas otras con guía, entonces lo que pienso se hace real en mí, pues lo vivo.
Esa es mi base, no la rompo, si así lo hiciere sería mi propio asesino.
¿Cuesta? Ni te imaginas cuanto, a no ser que tú también hallas decidido un camino, tal vez no el mismo que el mío, pero que estes seguro de seguir contra viento y marea.
Cada ser toma decisiones en base a los racionamientos creados en su mente, y estos se basan en las palabras, estas en la concordancia con cosas, hechos, realidades, ideas, etc.
Si estas palabras están vacias. ¿Cómo saber si la decisión que tomamos es la correcta?
Si las ideas que nos proponen usan palabras ambiguas. ¿ Cómo saber si vamos a caminar por el camino correcto?
Entonces no queda más remedio, aentrarnos en nuestro ser, ver que hay allí, buscar las palabras y su significado, limpiarlas de cualquier vicio, llenarlas de contenido, generar nuestro cumulo de ideas, contrastarla con la realidad, y decidir luego no antes.
Así es bueno usar un hacha para cortar leña, pero puede ser catastrófico usarla para abrir una botella. Las palabras son nuestra herramienta para formar nuestro ser, nuestra alma, usarla para otra cosa o no usarlas, puede ser catastrófico.
Aceptar una idea por más bella que sea o por que las palabras que usa suenan bonito, es jugar con fuego, es no respetar nuestro propio ser.
Toda decisión que tomemos nos hace ir un poco más adelante en el camino que vamos, sería bueno haberlo elegido nosotros a ese camino, pues a la meta que lleguemos, llega cada uno de nosotros, no el que nos dice esto es lo que debes hacer, el premio o castigo que recibimos allí sería genial conocerlo de antemano y no decir:-Eh! Pero esto no es lo que yo esperaba o me dijeron.
Siempre y a cada momento debo decidir que hacer, por mi propio bien sería bueno tener claro que decidir, un buen inicio es saber armar pensamientos con el uso correcto de las palabras con las que los ármo. El resto queda en cada uno de nosotros.